martes, 15 de octubre de 2013

LA GENERACIÓN DE LOS POSESIVOS Y ESCLAVOS DEL PERDER EL TIEMPO.

LA ESCLAVITUD MODERNA.

El título de este ensayo, y su desarrollo, no es más que una reflexión sobre los pertinentes fallos que estamos obrando a día de hoy en nuestra sociedad, y sobre todo las generaciones más jóvenes, en las que me incluyo y que en mi opinión son desfavorables. Estos son los de una generación flexible a los cambios superficiales de la tecnología, moda, ciencia, sociedad etc. Y dificultosos a los cambios más básicos a nivel personal; morales, metafísicos e incluso del aprender a vivir. 

En primer lugar, y el error más obvio es el del uso de los posesivos y ávidos de dinero. Entendemos nuestro entorno social y personal por medio de los susodichos posesivos; El posesivo es reconocer que algo te pertenece, por ejemplo: éste es mi coche; ésta es mi novio/a; ésta es mi casa; éste es mi trabajo; éste es mi móvil etc. Muchos de los ejemplos antes citados estarían bien estructurados por medido de los posesivos, como por ejemplo los objetos, pero no obstante seguimos utilizando dicho lenguaje con las palabras animadas; mujer/marido, perro/ mascota, hijo/a, etc.  Intentamos de un modo más o menos dictatorial ser poseedores de lo que en mi opinión no debería de serlo. Y cuando nos han criado en una sociedad de posesivos, intentar cambiar dicho habito, puede hacer que  nos enojemos y en muchos casos podemos entra en un clima psicológico bastante hostil y desagradable.

 Me atrevo a decir, que un 80% de la sociedad que tiene un comportamiento hostil con los demás, es porque aún no ha entendido que no se puede poseer a personas, y que no se deben de tratar igual las posesiones materiales, que a las personas. Además de que en rango de importancia, un coche es menos importante que cualquier ser vivo. Si eres capaz de entender lo anterior, los posesivos dejaran de tener el valor que hasta ahora le hemos dado. Y posiblemente tu comportamiento no volverá a ser el mismo que en otras situaciones en las que has llegado a dar más importancia a un objeto que a un ser vivo. Primero porque nadie posee a nadie, y si lo consigue hay un grandísimo problema, ya que de ahí, parten muchas de las enfermedades y trastornos emocionales tan en auge a día de hoy. Ni tu novia es tuya, ni tu hijo es tuyo, ni tu perro es tuyo. Si no que mantienes una relación reciproca de intercambios varios, de los cuales los dos (ambos)  deben de salir igualmente beneficiados. Si no es así, hay un problema.

En segundo lugar, y no menos importante, es el uso del “tiempo” como tal y la inversión del mismo. Invertimos nuestro tiempo en acciones más o menos trascendentes en nuestra vida, y en otras ocasiones en acciones meramente inertes, de las cuales solo obtenemos sufrimiento, incomodidad, esclavitud moderna o demás quehaceres. A modo de ejemplo el tema del trabajo (Labor), aunque podría hablar del ocio, pero éste último se supone que es voluntario, así que lo dejare al margen. Un ciudadano medio trabaja y en la mayoría de las veces no está seguro de porque trabaja, si no, que trabaja por que hay que hacerlo o en su defecto más obvio, para conseguir dinero. Mi juicio antes esta alusión es la siguiente: Una persona debe saber porque trabaja o al menos cuáles son las metas más cercanas de porque trabaja (inversión del tiempo). En mi opinión: se trabaja por varias razones pero las reduciré a dos: Por placer o por necesidad. Ya que como es de obviar lo ideal sería trabajar por placer, en esta vertiente no voy a entrar ya que es la más saludable. Sin embargo, voy a desarrollar la otra propuesta.

Ya que trabajamos por necesidad al menos debemos de entender para o con qué fin trabajamos. Aquí es donde entra lo de la esclavitud moderna: ¿A más trabajo más gastos tengo? ¿Con el dinero que cobro no me da para sobrevivir? ¿Para trabajar por X€ mejor no me levanto? Estas son las preguntas más frecuentes que nos hacemos a la hora de trabajar. Pero ¿verdaderamente necesitamos el dinero o al menos todo aquello que compramos y los objetos en lo que nos lo gastamos? 

Mi opinión es que no. Me explico. Cuando uno trabaja, se crea la ilusión de que ese poder adquisitivo que tiene en ese momento determinado, va a ser eterno y con ello, no se filtra adecuadamente lo que debería de ser o no, una necesidad. Una necesidad a mi entender, es aquella acción, valor, u objeto que necesitamos irremediablemente para nuestra supervivencia. Así pues, dudo que todo lo que compramos o poseemos sean necesidades. Con lo anterior, quiero decir que en muchas ocasiones, ni necesitamos trabajar, ni necesitamos dinero, dicha necesidad es solo la ilusión que antes comentaba, la que nos provoca el gasto o la necesidad de poseer.
He de aclarar, que el tema principal de este escrito es la administración del tiempo, y la valoración gasto beneficio. Pero para contextualizar necesito entrar en terreno. Un ciudadano debe entender que su tiempo es tan valioso como el de cualquier otro, así que debe de molestarse en pensar en que gastarlo. Mi filosofía sobre el tiempo es la del -gasto beneficio-, que consiste en lo siguiente:
-          Necesito X objeto que tiene un valor de XXX. Pues tengo que invertir mi tiempo en hacer un intercambio de servicios (trabajo) para poder conseguir aquello que en ese momento deseo. Y para ello cada ciudadano lo soluciona de su forma más personal. Lo más normativo es trabajar. Si trabajo 3 meses consigo X dinero para comprarme X cosas. Y así sucesivamente. <Y el gran problema> Llega en  un momento en tu vida que te creas la ilusión de que necesitas todo el dinero o más que vas ganando y aun así no consigues cubrir todas aquellas “necesidades” que te has creado (deseos) y así es como te conviertes en un esclavo moderno de por vida. O por consiguiente la ambición material sobrepasa la ambición espiritual. Entendiendo espiritual cualquier inversión de tiempo que no requiere ningún gasto material  o monetario. Si en la balanza material /espiritual se le da más peso a la material, sin justificación básica de supervivencia, existe un problema.

¿Cómo mediar con los deseos/caprichos/ necesidades? A modo de ejemplo: quiero conseguir una moto que cuesta 2000 euros. Pues tienes que trabajar x tiempo para poder conseguirla. Y antes de proseguir con el intercambio preguntarse a sí mismo;  ¿Qué beneficio me da este recurso? Cada uno su idiosincrasia. ¿Cubre la necesidad que quiero? Más de lo mismo. ¿Merece la pena invertir mi tiempo en ello? Cada cual valorara su tiempo de un modo y así actuara (ésta última es fundamental). Pues con ello cualquier servicio, objeto o acción, hay que preguntarse primero si merece la pena invertir el tiempo de cada uno, y si ese tiempo invertido satisface la necesidad que quiero cubrir.

Yo personalmente, prefiero estar viajando, paseando, haciendo ejercicio, leyendo o demás quehaceres, antes que trabajando. Si tú eres de los míos, aplícate el cuento. El 60% de las cosas que me gusta son gratis, y el otro 40% no, por ello las hago cuando tengo dinero, mientras tanto hago otras que también me gustan. A eso lo llamo tener alternativas hacia la vida. Si uno es capaz de plantearse cientos de alternativas le va a ser mucho fácil y más placentera la vida. Si por el contrario no cuentas con alternativas o siempre haces las mismas, gastaras más dinero y tiempo en actividades inertes, así que debes de plantearte un método en el cual seas tú el que decida su propia vida, y además hagas lo que te guste. Que en mi opinión, es lo más importante. Si por lo contrario inviertes más tiempo en obtener dinero, pues tendrás menos tiempo en invertirlo en tareas que te satisfagan y te gusten.

Cabe destacar, que este estilo de filosofía está pensado para gente que es capar de ser flexible y que tiene una resistencia al cambio mínima. Hay gente, que tiene hipotecas, crédito o demás facturas que opinaran que necesitan miles de euros cada mes para poder vivir. Yo les sugiero que en su momento si hubiese pensado en el <coste beneficio> quizás no hubiesen dado ese paso. Y si lo han hecho solo les deseo suerte en sus vidas, ya que no son las población diana de la que hablo. Si no la gente que aún tiene la suerte de no tener esas obligaciones monetarias, o responsabilidades. Éstas son la población a la que va dedicada el ensayo, así pues, que piensen un poco a la hora de ser unos “esclavos modernos” ya que puede evitarse.
Ahora bien, ¿es que me gusta tener lo último en… moda, tecnología, electrónica, servicios, gimnasios, contratos de móviles, seguros, suscripciones etc.? Pues debo adelantarle que aunque no lo sepan, son “esclavos modernos”. Pero ¿es que este estilo de vida me satisface mucho y me hace feliz?, pues adelante, cada uno tiene su perspectiva. Con ello ¿abogo por una vida austera? No necesariamente. Ya que si eres capaz de invertir tu tiempo para conseguir X y conseguirla, hará que la ambición de crearte nuevas ilusiones o deseos inertes, sea menos probable.

La idea base es la siguiente, ¿en qué consiste la vida? En sucesiones de tiempo constantes. Esas sucesiones de tiempo puedo invertirlas en mi bienestar, en el de los demás o en nada. En el caso que toque invertirlo en nada, mejor será invertirlo en producir bienes y servicios. En este caso trabajar. Ya que trabajo, al menos voy a intentar aprender ese oficio para que la tarea me sea más amena. Una vez así, y con las necesidades más básicas satisfechas, vuelves a invertir tu tiempo en tu bienestar y en el de los demás. Y así las veces que se creas convenientes dependiendo de nuestras necesidades, deseos o estilos de vida. Si eres más materialista pues invertirás más tiempo en trabajar para conseguir dinero, si eres normal de materialista pues invertirás menos tiempo o lo que se conoce como tiempo parcial, y si no eres nada materialista pues prescindirás casi al extremo de tener que trabajar, o al menos solo en intervalos esporádicos. ¿Hay que trabajar siempre? Pues si quieres cubrir necesidades es bastante importante trabajar, pero sigue siendo un intercambio de bienes y servicios. No obstante, existe la alternativa de la subsistencia (auto cultivo), pero a fines es la misma que la de la rutina de trabajar a diario, lo beneficiario es que eres tu propio jefe. ¿Es necesarios trabajar de por vida? la sociedad nos dice que sí, pero cada individuo puede construir nuevas alternativas y desviar el orden de la sociedad a lo que uno necesite, con el fin de emplear ese tiempo al que llamamos “vida” en lo que verdaderamente importa. Que son: el Yo y sus circunstancias, Y si nos las cambio a ellas, no cambiare yo. Modificación de la famosa frase de D. Ortega y Gasset.


Dastin, a 15/10/1013.