lunes, 4 de marzo de 2013


Dándole sentido al viaje fortuito de la vida.

Entendiendo que la vida es un camino que no tiene sentido alguno, salvo el que una persona sea capaz de darle. Y entendiendo darle sentido, a saber disfrutar de las maravillosas experiencias que vivimos día a día y en ellas  saborear y contemplar su esencia. 
La esencia de ésta no es ningún secreto, salvo el que seas capaz de darle, la belleza de las experiencias dependerá del grado en el que te Ames, y dependiendo de ese Amor, así amaras las experiencias y con ello la naturaleza. La felicidad no se alcanza en un todo, si no, en un viaje continuo y gradual, y en ese viaje es donde experimentarás la belleza. 
Cabe destacar que si una persona no se siente bella, es menos probable que pueda experimentar la belleza, también es menos probable que si una persona no se siente libre, no pueda disfrutar de la libertad, y desde luego, es menos probable que si una persona no se siente sabia, no pueda disfrutar de la sabiduría. 
Entre tanto, y a mi juicio, si nosotros mismos no somos capaces de encontrar en nuestra alma, un sentimiento concreto, será menos probable que lo encontremos fuera de nosotros mismos. Sin embargo, siempre existirá el cinismo, y éste es que materializará la insensibilidad de nuestra Alma, convirtiéndola en una felicidad efímera si cabe, y nos engañara del falso sentido de la vida que anoto al principio.
 Por ello destaco este consejo, antes de vestir tu alrededor, de vestir tus relaciones interpersonales, y de vestir tú cuerpo, desnuda tú alma y déjala que vuele libre, en ese mundo vestido de cinismo y materializádo en intercambios de estupideces con dosis de demagogia inundadas de putrefacción caduca, que huelen a carroña desde el principio de la razón.

                                         -Solo somos libres, cuando soñamos-
Dastin.

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