Para Alfonso Valera, el tiempo lo es todo.
Sótanos desolados
por arrugas del tiempo,
Tristezas compartidas con sonrisas sin dientes,
Copas de vino por acabar, vasos de cerveza caliente
Esperando a su dueño volver, y mientras
Jonny Walker
va Haciendo su
trabajo, pronto cambias de bando,
¡dicen! Crees que el mundo sigue mirandote.
Los codos, eran los héroes de aquel sitio,
sosteniendo cabezas,
y sueños por comenzar.
Aquella barra olía a fracaso, se desprendía entre la
muchedumbre,
Podías ver la realidad, y además estaba sucia.
Se entrecruzaban consejos inútiles y frases inacabadas,
Nadie se miraba al espejo, solo al frente.
A la izquierda estaba Bruno flirteando como siempre
Con la vieja Dolores, ya no tenía nada que ofrecer,
Los años habían pasado por ella, su sonrisa ya no era
De inocencia, pero aún mantenía unas bonitas piernas.
A la derecha el corrillo de la esperanza,
siguen creyendo que no es su culpa
Y pasan horas y horas, despedazando a cualquiera
que no esté en ese
momento. Siguen siendo niños.
Algún día les diré su verdad,
pero no soy quien para quitarle sus momentos de desahogo.
Enfrente, el nuevo
Barman, esbelto y con una sonrisa de oreja a oreja,
Creyendo que el mundo no acabara, y que la vida es
eterna,
sus posibilidades infinitas Y su éxito inagotable.
Tampoco seré yo quien le diga que todo llega.
Llevo horas mirando el mismo trozo de madera desgastado y
con nombres
De alguna pareja que ese día fueron los amos de la noche.
dios y ninfa, súbdito y maestra... Sabios.
¿dónde estarán ahora? En realidad no importa,
Cualquier cosa me distrae antes de empezar con la agonía de
mi vida.
Mi ropa huele a centeno, llevo semanas sin tocar el agua,
y en mi habitación ya no hay destellos de luz.
¡Malditos burócratas, creen saberlo todo!
Vuelvo la vista hacia atrás,
A veces noto los desgarros en mi alma de las miradas
ajenas,
éstas asustadas y con cara de pena, fumando
Su cigarrillo, y creyendo que su vida aún puede mejorar.
Yo toque fondo,
más bien el averno, solo espero
Que Dios sea justo, y no tarde más de dos o tres vasos de
Tósigo
en llevarme al
otro lado. El dinero se me acaba y creo que éste,
no será justo hoy, tendré que esperar otro día
más.
Vuelvo a aquella habitación de nostalgia
a esperar que
salga el sol y volver a ver a Bruno.
Ya no me quedan lágrimas, ella se las llevo todas,
me engañó como a un niño, me hizo creer en su ilusión,
Al principio la creí, pero fue cuestión de tiempo;
Hasta que ambos nos miraros fielmente y no fue necesario
decir nada más.
Creo que ahora sigue engañando a otros, no le fue
suficiente con migo.
Ese es el error, no contentos con un desengaño, creemos
que
Si volvemos a intentarlo todo saldrá mejor.
Ilusos!
Mientras, Bruno, Dolores y el corrillo de la esperanza,
Cambiaran de bar. Quizás al del viejo Faustino,
¿quién sabe?
Yo seguiré a solas, pero sin mí. Sigo confuso.
Lo que si se,
que a los tres meses, volveré a verlos de nuevo…
el silencio volverá a acabar
sin embargo, el sol volverá a salir por el Este.
Dastin.
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